Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.

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Sin Amor es vivir esclavo de la amargura. La verdad que si realmente quisiéramos ver un mundo lleno de Amor y volcado a servir al único Dios, el verdadero creador del Amor, deberíamos darnos tiempo en meditar sobre este educativo capítulo escrito por el Apóstol Pablo a los Corintos, que hoy es para nosotros los creyentes.

Un 25 de octubre 2000 comencé una nueva vida; llegó lo que mi corazón necesitaba, Cristo tomó mi vida y desde ese momento, la amargura comenzó a trasformarse en Amor al mirar las cosas de un modo diferente. Y hoy llego a esta hermosa palabra que es Amor.

Muchos mensajes han salido de mi boca dirigidos por su Santo Espíritu, pero al comenzar esta lectura, me entró una verdadera angustia y tristeza por lo que está escrito: "Metal que resuena" sobre mis mensajes que no son mensajes dirigidos a los intelectos del hombre, sino son dirigidos al corazón de aquellos que realmente necesitan a Cristo en su vida, amén.

Dios siempre tiene tiempo para recibir nuestra oración de peticiones. Pero, es lo contrario a nosotros porque no dejamos que Dios hable a nuestra vida.

Por algunos años escribo y predico su bendita Palabra. Para la Honra y La Gloria de mi Salvador. Amo Su Palabra y mi anhelo es, que esa Bendita y Poderosa Palabra no sea un metal, sino que llegue al corazón del ser humano y con fidelidad.

Rectitud de corazón que nos lleva a vivir en santidad. La salvación se pierde cuando ponemos los ojos en este mundo frío sin amor al prójimo.

Amor de Dios debe existir dentro de todo corazón Cristiano, y eso es lo que cambiará a este mundo perdido. Si hoy hay lágrimas en mis ojos, es porque veo la falta de Amor que hay en el mundo. Jesús lloró por su ciudad; sus mensajes fueron llenos de poder y muy directo al corazón de todos los que le seguían.

Creo que he tratado de no prometer lo que no me ha sido encomendado, y entregar Su Palabra con todo mi corazón, y esperando que sea la exhortación para cada uno de mis hermanos de la fe.

Siempre digo que Dios habla a mi vida con palabras llenas de Amor, y me exhorta a mí primero, y después la entrego a los demás. Hoy es mi día donde debo meditar en cada uno de los mensajes dados, y tratar que sea Dios que hable siempre, amén.

Es tiempo que podamos amar, el mundo nos espera. La Palabra nos alienta a ser los que repartamos el Amor de Dios que está en cada uno de nosotros, amén. Amor de Dios.

Las cosas buenas deben ser bien hechas de la manera más correcta con Amor de Dios, amén.

Gracias Señor por ser tu siervo,
Guíame por tu senda,
Que de mis labios nunca salga nada para agradar al hombre,
Que mi boca esté ungida por Tu Palabra,
Que no cambie mi manera de mirarte a Tí,
Que sienta Tu presencia, y esté dispuesto mi corazón a hacer tu voluntad,
Que recuerde el versículo que me entregaste cuando tomaste mi vida: Josué 1:8= Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien.

Solo me queda decir hoy, que feliz me siento en Cristo y esperando que tú puedas decir: hay gozo en mi vida. Somos un solo cuerpo y tu oración es mi fortaleza.

Ora por mi, y yo oraré por tí, deja que el río de Dios inunde nuestras vidas, amén.

Tu amado hermano Marco Marin Parra.