Archive for septiembre 2014

¿De quién temeré?

Por Marco Marin Parra.
Basado en Mateo 3.7-12.

Mt 3.7-12 RV60:

7 Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?

8 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento,

9 y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.

10 Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.

11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.

12 Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.
La enseñanza de Juan el Bautista era sobre el arrepentimiento.

Ahora tenemos el lado práctico de dicha enseñanza: La aplicación, es la vida de la predicación; así lo era en la predicación de Juan.

¿A quiénes la aplicaba?

A los fariseos y saduceos que acudían a su bautismo (V. 7).

Los fariseos eran sellos de las ceremonias y de las tradiciones de los ancianos; los saduceos se iban al otro extremo, pues, eran poco más que deístas, ya que negaban la existencia de los espíritus y la vida de ultratumba.

Nótese que las aplicaciones eran muy sencillas y concretas, bien dirigidas a la conciencia de cada uno. Juan habla como quien ha venido, no a predicar ante ellos, sino a predicarles a ellos. No se avergüenza al aparecer en público, ni se atemoriza ante el rostro de los hombres.

Sus primeras palabras son de alerta y de convicción, sin paliativos. Comienza ásperamente; no les llama rabí, no les da títulos, mucho menos aplausos a lo que tan acostumbrados estaban.

El título que les da es: ¡Generaciones de víboras! Cristo les dio el mismo título (Mt. 12:34; 23:33). Eran generación y descendencia de quienes habían tenido el mismo espíritu; de modo que había en ellos una disposición congénita. Y eran toda una generación de víboras, porque todos ellos eran igual, aunque fuesen enemigos unos de otros, todos se coligaban para el mal.

Es cosa muy apropiada el que los ministros de Cristo, tengan la osadía de mostrar a los pecadores su verdadero estado.

El toque de alarma que les da: ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Esto demuestra que todos ellos estaban en peligro de caer bajo la ira de Dios; era casi un milagro esperar de ellos algún buen efecto. Como si les dijera: ¿Qué os trae acá? ¿Quién podía pensar en veros aquí? ¿Quién os ha asustado de tal forma que venís en busca del reino de los cielos? Hay, pues, una ira que está llegando.

La preocupación primordial de cada uno de nosotros debe ser, huir de esa ira. Es una maravillosa misericordia, el que se nos advierta tan amorosamente a que huyamos de esa ira.

Pensemos bien: ¿Quién nos da este aviso? Nos avisa el mismo Dios que no se deleita en nuestra ruina. Tales advertencias asustan a veces a quienes parecen haber permanecido mucho tiempo endurecidos en su falsa seguridad, y en la buena opinión que tenían de sí mismos.

Hay también una palabra de exhortación e instrucción: "Haced frutos dignos de arrepentimiento" (V. 8); es decir, que muestren un sincero arrepentimiento. Dice: "Haced, pues...", dando a entender que, si profesan estar arrepentidos y quieren recibir el bautismo de arrepentimiento, han de mostrar evidencias de que ello es una realidad en su corazón; porque el arrepentimiento, como la fe, se concibe en el corazón. Allí ha de estar la raíz, pero en vano podemos pretender que poseemos una buena raíz, si no damos los frutos correspondientes.

Por eso no merecen el nombre ni el privilegio de penitentes, los que dicen que sienten pesar por sus pecados y, sin embargo continúan cometiéndolos. La fe y el arrepentimiento no son actos pasajeros, sino, actitudes habituales de la persona. Una práctica contraria evidencia la falta de ellos.

Sigue una palabra de precaución, para que no confíen en sus privilegios externos: No penséis que basta con decir en vuestro interior: Tenemos por padre a Abraham (V. 9). Siempre que el pecado se enfrenta con La Palabra de Dios, antes de que el Espíritu Santo le humille convenciéndolo de pecado, tiende a escudarse tras pretextos y excusas.

Cualquiera que al escuchar el mensaje del Evangelio, no se decide resueltamente a dejar el pecado y vivir una vida santa, es porque abriga objeciones o falsas excusas con las que cubre su apego al pecado y su falta de decisión.

El enemigo de las almas cobra muchas victorias, al engañar a los hombres con la idea falsa de que la santidad está reñida con la felicidad, y que el seguimiento de Cristo es un camino penoso y triste. Pero Dios ve lo que pensamos en nuestro interior, y Su Palabra nos descubre con el poder de Su Espíritu la vanidad de nuestros pensamientos.

Así, Juan les muestra a los Fariseos y Saduceos cuál es su falsa pretensión: "Nosotros somos hijos de Abraham (Jn 8:33, 39); no somos pecadores como los gentiles; ¿a qué nos viene eso a nosotros?".

Es muy corriente aplicar el mensaje al vecino, como si quisiésemos justificarnos con los pecados ajenos. A los tales, Juan les advierte: No penséis que, por ser descendientes de Abraham no necesitáis arrepentiros, como si no tuvierais que cambiar vuestra mentalidad ni vuestra conducta. No os va a pasar nada malo, aunque no os arrepintáis.

Es una vana presunción creer que, al tener buenos parientes vamos a estar a salvo aunque nosotros mismos no seamos buenos. ¿De qué nos va a servir eso si no nos arrepentimos y llevamos una vida consecuente? Hay muchos que, por desgracia, apoyándose en prácticas exteriores y en su asídua asistencia a los cultos, quedan fuera del reino de Dios, por falta de disposición interior.

¡Cuán insensatez y sin fundamento era dicha pretensión!

Pensaban que, al ser linaje de Abraham, eran la única gente que tenía Dios en este mundo. Juan les muestra la necedad de tal pretensión: "Yo os digo (contra lo que vosotros podáis decir o pensar en vuestro interior) que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras."

Estaba entonces Juan bautizando en el Jordán, en Betábara (Jn 1:28), que significa: la casa del paso; porque por allí habían pasado los israelitas el Jordán en tiempos de Josué, y allí estaban las doce piedras, una por cada tribu que Josué había dejado como memorial (Jos 4:20).

Es probable que Juan apuntase a esas piedras, de las que Dios podía levantar, no solo en representación, sino en realidad, las doce tribus de Israel. Dios no tiene acepción de personas y, por otra parte, es suficientemente poderoso para convertir en hijos Suyos a los hombres de corazón más empedernido.

Mira que yo vengo pronto (Ap 22:7, 12, 20).

Quizás esta era la última oportunidad; por tanto, ahora o nunca, si no ponéis en regla vuestra situación actual ¡cuán sombría va a ser vuestra suerte futura! Con el hacha puesta a la raíz, todo árbol que no produce buen fruto, por alto que sea en dones y honores, por muy verde que aparezca en vitalidad natural y en prácticas exteriores, va a ser cortado; desechado de la viña de Dios como indigno de ocupar en ella un lugar, y arrojado al fuego por la ira de Dios como es apropiado para los arboles estériles y, además, corrompidos. ¿Para qué otra cosa son útiles? Lo que no sirve para el fruto, ha de servir para el fuego.

La dignidad y la preeminencia de Cristo sobre Juan.

Con cuánta humildad habla de sí mismo para mejor engrandecer a Cristo: "Yo a la verdad os bautizo en agua; es lo más que puedo hacer, pero el que viene detrás de mí es más poderoso que yo" (V. 11). Juan a la verdad era grande a los ojos de Dios (más que ningún otro nacido de mujer); sin embargo, se tiene a sí mismo por indigno (Lit. No cualificado, no idóneo) del servicio más bajo que un esclavo podía prestar a su amo: Llevarle las sandalias. Nadie mejor que los santos pueden percatarse de la propia indignidad.

Así, Juan está bien percatado de:

a) Cuán poderoso es Cristo en comparación con él. Para los ministros fieles de Dios, es un consuelo saber que Cristo es más poderoso que ellos; pues así, se puede manifestar la fuerza del Señor a través de la debilidad de ellos (2 Co 12:9-10).

b) Cuán poca cosa es él en comparación de Cristo, ya que se siente índigno aun de llevarle las sandalias. Aquellos a quienes Dios honra con Su gracia y con Sus dones, también son preparados para sentirse pequeños a sus propios ojos, de modo que Cristo lo sea todo.

El propósito y la intención de la aparición de Cristo, a quien ellos esperaban con tanto anhelo.

Cristo va a venir para hacer notable distinción. Mediante la ponderosa eficacia de Su gracia: Él os bautizará a algunos de vosotros en Espíritu Santo y Fuego.

Es prerrogativa de Cristo el bautizar con el Espíritu Santo.

Esto lo hizo con los extraordinarios dones que confirió a los apóstoles, y lo hace también con las gracias, dones y consuelos que imparte a cuantos se lo imploran.

Quienes son bautizados en (o con) el Espíritu Santo, son bautizados con fuego.

¿Es iluminador de fuego? Así es el Espíritu Santo, un Espíritu de iluminación.

¿Calienta el fuego?

¿Y no consume el Espíritu de juicio la escoria de nuestras corrupciones?

¿No tiende el fuego a subir hacia arriba, y a hacer las cosas que alcanza semejantes a Él?

Así también, el Espíritu hace al alma semejante a Él, y su tendencia es hacia el cielo. Por las finales diferenciaciones de su juicio: Su aventador está en su mano (V. 12).

Ahora se presenta como refinador, Su era es Su Iglesia. El templo fue edificado sobre una era; en el suelo de esta era hay mezcla de trigo y paja. Los verdaderos creyentes son como el trigo, los falsos profesantes son como la paja; ambos están ahora mezclados, buenos y malos en una misma profesión de fe.

Pero llegará el día en que Cristo limpiará con esmero Su era, y el trigo quedará separado de la paja; recogerá el trigo en el granero, y quemará la paja en fuego inextinguible.

El cielo es el granero en que Cristo recogerá a los Suyos, sin que se le pierda un solo grano; y allí no habrá paja entre ellos. La paja será quemada en el fuego inextinguible, que es el infierno o lago de fuego que arde con azufre (Ap 19:20; 20:10, 14, 15; 21:8).

Como todos los profetas, Juan vio el futuro en un solo plano, sin la perspectiva de los distintos niveles de cumplimiento; a la manera como se dibujaban los cuadros en la antigüedad: En superposición de planos.

Así entendió la profecía de Isaías 61:1-3, en un solo plano; sin distinguir la proclamación de año de la buena voluntad de Jehová, del día de la venganza de nuestro Dios; con el intervalo de miles de años entre los dos eventos.

La Primera Venida del Señor en estado de humillación, y la Segunda Venida con poder. De ahí la especie de decepción que Juan sufrió ya en la cárcel, cuando vio que Jesús se mostraba compasivo con los pecadores; pero no aplicaba el hacha, ni esgrimía el aventador. Amén.

Gracias Dios Padre Todopoderoso, Señor de los humildes; Espíritu Santo guiador con autoridad y poder.

Bendiciones

Tu hermano,
Marco Marin Parra.

www.OrientacionesBiblicas.org
...Para conocer lo que Dios tiene que decirnos.
Síganos en... www.Facebook.com/Edificate

Compartir este blog con sus amigos...
Posted in , | Leave a comment

Orando por el prójimo Jueves 25 de sept de 2014 (Audio)

Gracias amados hermanos y amigos que nos escribes. Compartimos con ustedes la ministración del jueves 25 de septiembre de 2014. Día en que culminamos la semana poniendo en las manos del Señor todas vuestras peticiones por las cuales oramos durante la semana.

Pueden volvernos a escribir si desea que continuemos orando por su problema. No tengan ninguna pena, estamos para servirles. Pueden usar el formulario del ministerio: www.doblandorodillas.com

Bendiciones,
Hno. Marco.



www.OrientacionesBiblicas.org
...Para conocer lo que Dios tiene que decirnos.
Síganos en... www.Facebook.com/Edificate

Compartir este blog con sus amigos...
Posted in , , , | Leave a comment

La voluntad de Dios.

Por Marco Marin Parra.
Basado en Daniel 3.16-19.

«16 Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto.

17 He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará.

18 Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.

19 Entonces Nabucodonosor se llenó de ira, y se demudó el aspecto de su rostro contra Sadrac, Mesac y Abed-nego, y ordenó que el horno se calentase siete veces más de lo acostumbrado.»
Hacer la voluntad de Dios, puede requerir caminar directamente de cara al horno ardiente, calentado siete veces más.

Al leer esta palabra, consideremos a los tres jóvenes hebreos: Sadrac (Ananías), Mesac (Misael) y Abed-nego (Azarías) en Daniel 2:17; eran hombres jóvenes, en la flor de su vida. Líderes de provincias, teniendo autoridad, expertos en lingüística. Su meta era llevar las leyes hebreas de moralidad a su sociedad impía.

¿Cuáles deben ser las metas nuestras como Ministros de Dios?: Llevar la santidad a este mundo desviado a sus propios deseos de inmoralidad, la nueva babilonia.

No se puede contar qué sueños, y sus anhelos de ver "la gloria de Dios" en su pueblo; abrazar la voluntad de Dios estaba presente en sus corazones. Pero, fueron mandados por un decreto a adorar un ídolo, una estatua con el resto del pueblo. Ellos fueron advertidos: 'Ustedes tienen veinticuatro horas, si no se postran al sonido de la trompeta, serán echados en el horno que ha sido calentado siete veces más'.

La voluntad de Dios estaba muy clara y definida entre ellos. No era posible que se postraran delante de dioses, la idolatría no estaba en sus corazones. Pero, allí estaban los tres jóvenes brillantes, enfrentado a la muerte de todo lo que tenían y conocían. Por supuesto que tenían opciones, ellos podrían haber dicho: Postrémonos solo nuestros cuerpos, pero no nuestros corazones. Incluso, pudieron escapar.

Ellos tenían guardias armados a sus órdenes, los mejores caballos árabes a su disposición. Tenían todo el dinero que necesitaban en sus manos, en la tesorería nacional; y habían lugares seguros en los países cercanos. Pero... Sadrac, Mesac y Aled-nego no hicieron ninguna de estas cosas.

Al contrario, creo que hicieron vigilia de oración; no hubo una sola palabra de compromiso esa noche, porque todos hicieron lo que Jesús hizo (Lucas 22:39-46). ¡Tuvieron su Getsemaní! Si nosotros hemos de ser como Cristo, también tendremos nuestro Getsemaní, cuando seamos enfrentados a movernos a la perfecta voluntad de Dios.

Murieron a su propia voluntad, a todas sus habilidades, a su futuro en el gobierno, a todos sus planes piadosos. Y en el momento en que murieron esa noche, sus corazones fueron llenos de "éxtasis".

Abrazaron la voluntad de Dios, amándola. Nunca la soltaron. Ellos dijeron: "Oh Dios... enfrentaremos lo que sea. Tu eres capaz de librarnos de esto. Pero... aunque no lo hagas, ¡con gusto pasaremos por ello!". Ellos no resistieron cuando los soldados vinieron a la mañana siguiente y los ataron de manos y pies. Mas bien, yo creo que mientras esos jóvenes eran llevados al horno, cantaron alabanzas a Dios, porque habían entrado al "éxtasis" de Su voluntad.

Amado, ¡deténte! y mira las llamas ardientes y rojas de ese horno, calentado siete veces más. Así es exactamente como se ve cuando miras atentamente a la voluntad de Dios. Es miedoso, espantoso y doloroso para la carne; sin ninguna promesa de plazo, solo hay una invitación: "¡entra!". Sí, tenemos que entrar, amén. Sin embargo, cuando esos tres hombres hebreos fueron echados en el horno, ya ellos estaban muertos.

Muertos a la ambición, muertos al gozo de escuchar los mensajes proféticos que Daniel había compartido. Muertos a cualquier pensamiento de esposa e hijos, muertos a toda esperanza y sueños. Solo una cosa les importaba: Obedecer la perfecta voluntad de Dios.

Cuando abrazamos gustosamente la voluntad de Dios, cuando realmente has muerto al yo, al mí, algo es librado en tu corazón que nadie puede explicar o darte; te pone más allá del alcance de los hombres y los demonios, amén. Pero no es soltado hasta que entras al horno. La invitación está hecha, sólo entra y entenderás lo que se siente, amén.

Que Dios bendiga toda vida que lea, y medite en lo que es Su Palabra verdadera. Gracias bendito Dios, por hablar a mi corazón, y poder ser el instrumento para todas las vidas que hoy te necesitan. Amén.

Bendiciones.

Tu amado hermano,
Marco Marin Parra.
Suecia – Lysekil.

www.OrientacionesBiblicas.org
Para conocer lo que Dios tiene que decirnos.
Síganos en: www.Facebook.com/Edificate

Compartir este blog con sus amigos...
Posted in , | Leave a comment

El propósito de la Biblia (Audio).

Por Marco Marin Parra.


La Biblia promete salvación de los pecados, vida abundante y vida eterna. Al leerla nuestra fe aumenta (Ro. 10:17) y nos quedamos "verdaderamente libres" (Jn. 8:31-32,34). Sin embargo, el mensaje de la Biblia también es "cortante y penetrante" (He. 4:12); de igual manera es "comida" para el que la lee (Dt. 8:3; 1P. 2:2).

Algunos propósitos de La Palabra de Dios son:
  1. Que nazcamos de nuevo (Jn 3:3; 1 Pe 1:23-25; 2:1-2);
  2. Prepararnos "completamente" para hacer lo bueno ( 2 Ti. 3:16-17);
  3. Purificar nuestras vidas (Sal 119:9; Jn 15:3; 17:17; Ef 5:26; 1 Pe 1:22);
  4. La Biblia es un arma defensiva y ofensiva (Ef 6:17);
  5. Cuando Cristo venció a Satanás en el desierto, lo venció con la Biblia al decir: "Escrito está..." (Mt 4:4,7,10). Amén.
Tu amado hermano Marco Marin Parra.
Suecia - Lysekil
¡Bendiciones!

www.OrientacionesBiblicas.org
...Para conocer lo que Dios tiene que decirnos.
Síganos en... www.Facebook.com/Edificate

Compartir este blog con sus amigos...
Posted in , , | Leave a comment

Sal de tu cueva (audio).

Este es un pensamiento que Dios puso en mi corazón para todos ustedes que nos visitan amigos y hermanos. Esperando que Dios te bendiga.

Hno. Marco.



Lectura bíblica: 1 Reyes 19:9-18:

9 Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?

10 El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.

11 El le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto.

12 Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado.

13 Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?

14 El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.

15 Y le dijo Jehová: Ve, vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a Hazael por rey de Siria.

16 A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar.

17 Y el que escapare de la espada de Hazael, Jehú lo matará; y el que escapare de la espada de Jehú, Eliseo lo matará.

18 Y yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron.


www.OrientacionesBiblicas.org
...Para conocer lo que Dios tiene que decirnos.
Síganos en... www.Facebook.com/Edificate

Compartir este blog con sus amigos...
Posted in , , | Leave a comment

La gente busca a Jesús (Audio).

Gracias por visitarnos. Comparto con ustedes un mensaje basado en Juan 6:22-27. Esperando llegar a tu corazón.

Bendiciones,
Hno. Marco.



Lectura bíblica: Juan 6.22-27:

22 El día siguiente, la gente que estaba al otro lado del mar vio que no había habido allí más que una sola barca, y que Jesús no había entrado en ella con sus discípulos, sino que éstos se habían ido solos.

23 Pero otras barcas habían arribado de Tiberias junto al lugar donde habían comido el pan después de haber dado gracias el Señor.

24 Cuando vio, pues, la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron en las barcas y fueron a Capernaum, buscando a Jesús.

25 Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá?

26 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis.

27 Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.


www.OrientacionesBiblicas.org
...Para conocer lo que Dios tiene que decirnos.
Síganos en... www.Facebook.com/Edificate

Compartir este blog con sus amigos...
Posted in , , | Leave a comment

El camino del hombre y el camino de Dios (Audio)

"Hay camino que parece derecho al hombre,
Pero su fin es camino de muerte." Proverbios 14.12 (Pr 16.25).

Comparto con ustedes esta Palabra que Dios puso en mi corazón, deseando que sea de provecho espiritual para todas las personas que nos visitan por este medio.

Bendiciones,
Hno. Marco.



www.OrientacionesBiblicas.org
...Para conocer lo que Dios tiene que decirnos.
Síganos en... www.Facebook.com/Edificate

Compartir este blog con sus amigos...
Posted in , , | Leave a comment

Síganos en Facebook:

COMÉNTENOS SOBRE ESTE BLOG:

Amado Dios, dedico a Tí el trabajo de este sitio, y lo hago con todo mi corazón y con todo mi amor, esperando que por medio de él atraerás a los que deseas que vengan a Tí. Por mi trabajo en la oficina no puedo salir a predicar, pero con esto quiero hacer mi aporte. Recíbelo Señor, te lo entrego en tus manos, para que lo sostengas si te place. Recibe Tú la exaltación por los buenos comentarios; y por los ataques y ofensas hacia mi persona toma Tú el control de todo, pues este sitio es Tuyo Señor. A Tí sea la Gloria, la Honra, la Alabanza, el Poder y Majestad, por los siglos de los siglos en nombre de Jesucristo, Señor y Salvador Nuestro. Amén.