Archive for abril 2010

QUE DIOS NO SE OLVIDE DE NUESTROS HIJOS.

Por Guillermo A. Morataya.

Pasaje bíblico: Génesis 26: 24-25.

24 Y se le apareció Jehová aquella noche, y le dijo: Yo soy el Dios de Abraham tu padre; no temas, porque yo estoy contigo, y te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Abraham mi siervo.

25 Y edificó allí un altar, e invocó el nombre de Jehová, y plantó allí su tienda; y abrieron allí los siervos de Isaac un pozo.

El pasaje nos sitúa en un momento muy crítico de la vida de Isaac hijo de Abraham. En una época de escasez y de hambre, él va hasta la ciudad filistea de Gerar para cobijarse junto a su esposa Rebeca. Por temor a los habitantes de esa región, miente acerca de su esposa diciendo que ella era su hermana, después tiene que confrontar con ellos, pues, estos reclaman para sí las distintas fuentes de aguas de esa región, hasta que llega a Beerseba. Seguramente cansado, turbado y lleno de temor, estando en esa condición nuestro Dios le habla, pues nuestro Señor conoce las necesidades de los suyos y siempre está dispuesto a socorrernos; y le dice: “No temas, por que yo estoy contigo...”

1 La razón por la cual Dios se acuerda de Isaac.

Al pensar en las palabras del Señor para Isaac, me impacta en gran manera el motivo al cual nuestro Dios alude para bendecir a este hombre, y Él le dice: “... y te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Abraham mi siervo.”

Ya habían pasado muchos años desde la muerte de Abraham; sin embargo, al ver la congoja de Isaac, El Señor trae a memoria la fidelidad de Abraham y viene a Isaac para bendecirle.

El recuerdo de la fidelidad de Abraham, mueve el corazón de Dios para bendecir a Isaac, a pesar que habían pasado muchos años desde su muerte.

Uno puede dar un breve vistazo a la vida de Abraham, y se puede ver en él a un hombre que amó a Dios, le creyó, le obedeció, estuvo dispuesto a dar lo mejor de sí para El Señor.

Dios le llamó “amigo”, y a pesar de que ya Abraham había partido de esta tierra, al ver nuestro Señor la aflicción de Isaac, trae a memoria las promesas hechas a Abraham y le dice: ”... te bendeciré por amor de Abraham mi siervo.”

Qué bendición la de Isaac al haber tenido un padre que amó a Dios, esto me retaba en gran manera y pensaba: ¿Qué va a decir nuestro Dios cuando venga la necesidad a las vidas de nuestros hijos y no estemos ya nosotros con ellos?

¿Podrá decir El Señor: "te bendeciré por amor a mi siervo..."? ¿Podrá nuestra vida mover el corazón de Dios para bendecir a nuestros hijos?

Si bien los tratos de Dios son personales, hay promesas de Dios cuando nosotros le amamos y estamos dispuestos a guiar a nuestros hijos en sus caminos.

Cabe preguntarnos: ¿Le creemos a Dios? Fíjese la pregunta, pues no es lo mismo creerle a Dios, que creer en Dios; pues existen muchos hombres y mujeres que dicen creer en Dios pero lastimosamente no le creen a Dios, pues rechazan el evangelio de la gracia y no le han rendido su corazón a Jesucristo.

¿Qué tanto amamos al Señor? ¿Hemos estado dispuestos a obedecerle? ¿Hemos estado dispuestos al sacrificio por amor a Él?

2 Lo que no podemos evitar.

Existen cosas que están fuera del alcance nuestro respecto a nuestros hijos, quizás alguien pueda costear los estudios de sus hijos y lograr que ellos sean unos profesionales, quizás otros puedan atesorar bienes y dejar a sus hijos una herencia material. Pero por más que nos esforcemos, no podremos evitar que nuestros hijos enfrenten en alguna etapa de sus vidas la adversidad; situaciones donde ni el dinero ni el conocimiento humano podrán ayudarles.

Pero sí hay algo que podemos hacer: Legarles las promesas de Dios para con nuestras vidas, amando al Señor, sirviéndole a Él y guiando a los nuestros por el camino de la vida.

3 La instrucción en El Señor.

Podemos ver en el pasaje a un Isaac edificando un altar y adorando al Señor, esto nos habla de la verdad que Abraham supo guiar a su hijo en el temor a Dios.

Si usted recuerda cuando Isaac era un joven y Dios le pide a su padre que lo sacrifique, no existe ningún versículo que haga referencia a una oposición de parte de Isaac, esto nos habla de un Isaac que creía también a Dios y obedecía a su padre.

Abraham supo guiar a su hijo, pero lamentablemente muchos no somos capaces de instruir a los nuestros en el camino de la vida.

Son muchos los hijos de cristianos que no quieren nada con El Señor, quizás nunca se hizo el tiempo para enseñarles en el hogar, no se les enseñó a orar, no se les enseñó a servir, no se les enseñó a leer La Palabra, no se les enseñó a amar a Dios.

Existe en nuestro país un refrán que reza: “Candil de la calle, oscuridad de su casa” , y es que a veces, enseñamos a otros y nos olvidamos de los nuestros, y otras veces no somos capaces de reflejar en nuestras vidas nuestro amor por Dios, y presentamos una idea equivocada a nuestros hijos de lo que significa amar a Dios.

Conclusión:

Quiero hoy retarle a dejar un legado a los suyos, un legado el cual no puede ser arrebatado por otros, una herencia que transcenderá por la eternidad. Primero invite a Jesucristo a su vida (si aun no lo ha hecho), luego refleje el amor de Dios en usted para que ellos sean atraídos a Dios por su conducta, luego instruya a los suyos en El Señor.

Dios le bendiga.
Guillermo A. Morataya.
Imprimir artículo.

www.OrientacionesBiblicas.org

Compartir este blog con sus amigos...
Posted in , , , , , , | Leave a comment

SI NO LO ESTÁS ESPERANDO NO TE IRÁS CON ÉL.

Por Stanley Gómez.
El titulo de este post suena algo así como... ¡imperativo! ¿no lo crees?, bueno, en realidad lo es. Hoy quiero compartirte un pensamiento que está muy relacionado con la venida de nuestro Salvador. Para ello, tomaremos un pasaje de las Escrituras en Hebreos 9:27-28 de la versión Reina Valera.

"Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan."

Este pasaje es bastante revelador, vamos a tratar con la ayuda de Dios, de exegetarlo para extraer de él algunas enseñanzas, que considero con valiosísimas para la vida de todo aquel que esté interesado en irse con Cristo cuando llegue ese momento tan esperando, veamos:

1. "Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez..."

En primer lugar, aquí hay un misterio revelado sobre el orden de Dios para con los seres humanos; y es el hecho que, contrario a lo que enseñan muchas religiones sobre la reencarnación, la Biblia nos enseña que para el ser humano sólo hay una vida sobre este planeta; el cual es según decreto de Dios, y ningún ser humano puede cambiar ese orden. Por decreto de Dios, nadie puede volver a nacer en el viente de su madre. El apóstol usa aquí este decreto como un ejemplo para ilustrar la siguiente verdad sobre el sacrificio de Cristo.

2. "...y después de esto el juicio,"

En segundo lugar, contrario a las sectas que enseñan que al morir termina todo, acá queda claro que habrá un juicio, el juicio de Dios, ante el cual todo ser humano deberá comparecer para dar cuenta de sus obras. Y de igual recibir su recompensa. Acá el juez será El Señor Jesucristo, porque a Él le ha sido entregado el juicio dice La bendita Palabra. No vamos a extender este tema, ya que es meritorio tratarlo por separado. Sin embargo, igual que la verdad anterior, el juicio de Dios es por decreto y ningún ser humano podrá evitarlo, o cambiar el orden de las cosas.

Valga recordarle al lector, que para este trascendental acontecimiento, cuando Cristo esté sentado en su  trono, ya no habrá oportunidad de arrepentirse si no lo hubiera hecho en vida; pues en la era actual, El Señor Jesús es Salvador y dador de la gracia; pero en el día del juicio, será Juez y no Salvador; y como Juez aplicará la justicia respetando los decretos previamente establecidos por Dios.

Así que, hoy es el tiempo de Salvación mi querido amigo, o hermano que andas por ahí distraído en los deleites y vanidades de este mundo... ¡Volveos a Dios ahora mismo!, antes que sea demasiado tarde.

3. "...así también Cristo fue ofrecido una sola vez"

En tercer lugar, aquí podemos apreciar la firmeza y eficacia del Sacrificio de Cristo en la cruz, que igual a las dos verdades anteriores, éste es suficiente por decreto Del Padre, para la salvación de todo aquel que invocare el Nombre de Su Hijo Jesucristo; el ser humano no necesita nada más, ni quitar y agregar para ser salvo. El sacrificio de Cristo en la cruz es suficiente pago ante El Padre por nuestros pecados. El ser humano no es salvo por obras, sino más bien, las obras de todo aquel que ha sido alcanzado, vienen en gratitud por la salvación Del Redentor.

4. "...para llevar los pecados de muchos;"

En cuarto lugar, tenemos otra verdad revelada, y es que si bien Cristo vino para rescatar a la humanidad, no todos serán salvos; sí, así como lo lee. La Biblia nos enseña que si bien es cierto Cristo extiende sus brazos de amor para todos, también nos enseñan que no por eso serán salvos todos sin excepción, que incluiría a los que quieran vivir una vida alejada de la voluntad de Él. Las Escrituras nos enseñan, que Dios en su amor envió a Su Hijo para rescate de la humanidad; pero ello también exige un precio, el precio es el arrepentimiento, el de la humillación del hombre de pecado, en reconomiento de sus pecados, y la necesidad del perdón por medio de Jesucristo como único mediador entre Dios y los hombres; sólo por Jesucristo podemos entrar a esta vida de salvación, a esta puerta del arca la cual es Cristo Jesús.

Por ello el texto dice: Para llevar el pecado de "muchos", no de todos, sino de "muchos", esos "muchos" son aquellos que le reconocen, renunciando a una vida de pecado, y escogiendo la vida de piedad que es según Cristo. ¡Gloria a Dios!

5. "...y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado,"

En quinto lugar, vemos la promesa de retorno de Nuestro Señor Jesucristo en las nubes, no es la primera ni la tercera, sino por segunda vez, pero no hará contacto con este mundo; pues Cristo ya lo hizo en su primera venida, lo hizo al convivir con todos los pecadores de este mundo; esta vez será distinto: "Sin relación con el pecado". Así que aquí tenemos ya una característica de la segunda venida, no será a relacionarse con los seres humanos, contrario a lo que vemos hoy en día con sectas donde alguien se proclama ser el Mesías en su segunda venida. ¡El Señor reprenda al diablo!

6. "...para salvar a los que le esperan."

En sexto y último lugar, vemos aquí, que si bien Cristo viene por su pueblo, no viene por un pueblo distraído y despistado, sino únicamente por aquellos que aman su venida, y velan constantemente, se cuidan, se santifican y guardan para Él. El viene por aquellos que le esperan.

¿Le estás esperando?...
¿En algún momento de este día pensaste que Él pudiera venir hoy por tí?
¿Crees que estás listo para irte con Él, o quizá hay cosas que no están del todo bien?

Sabes, tenía muchos días que Dios puso en mi corazón esta carga de escribir sobre este tema y hasta hoy pude hacerlo, y pienso que aún está a tiempo. Hoy es buen día para reflexionar en este asunto tan importante, que a lo mejor estaba por ahí olvidado.

¡Que Dios te bendiga!
Stanley Gómez.
stanleygomez.blogspot.com

Compartir este blog con sus amigos...
Posted in , , | Leave a comment

¿QUIERES QUE DIOS TE SANE?

Por Andrés Reina.
Una vez Jesús pasó por un lugar llamado Betesda, y allí había una especie de "piscina", en la que, cuando el agua se movia el primer enfermo que entrara era sano. Allí se encontraban muchos enfermos acostados en el suelo: ciegos, cojos y paralíticos. Entre ellos había un hombre que desde hacía treinta y ocho años estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio allí acostado, y se enteró de cuánto tenía de estar enfermo, le preguntó: -¿Quieres que Dios te sane? El enfermo contestó: Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando el agua se remueve. Cada vez que trato de meterme, alguien lo hace primero". (Juan 5.1-7 BLS)

Yo creo que este hombre pensaba que ya estaba condenado, que nunca iba a lograr llegar a la piscina. Este hombre pensaba que su destino ya estaba determinado, pero entonces "Jesús le dijo: Levántate, alza tu camilla y camina. En ese momento el hombre quedó sano, alzó su camilla y comenzó a caminar". (Juan 5.18-9 BLS)

Lo que este hombre no sabía era que Jesús pasaba por allí. Él pensaba que para ser sano tenía que llegar a la piscina, lo que no sabía era que Jesús se iba a parar delante de él y decirle: "Tú eres el que sigue para ser sano".

Y el día de hoy te digo: Tú eres el que sigue! Jesús está aquí ahora y Él te pregunta qué es lo que quieres. Respóndele. Dile lo que necesitas, porque Él está aquí mientras lees esto.

No mires lo que estás viviendo, enfócate en Jesús, Él está frente a tí preguntándote qué deseas que Él haga por tí.

No hay imposibles para Dios, y al que cree, todo le es posible. Si piensas que no estás capacitado para la obra que tienes en tu corazón, no te preocupes, pues Dios no llama a los que ya saben, el capacita a los que llama.

Y tú has sido llamado a ser luz y mostrar el amor de Jesús en la tierra. No te preocupes de cómo Dios va a cumplir tus sueños, ése es Su problema, a ti te toca amarle, serle fiel y obedecerle. Él se ocupará de lo demás.

Así que, pon tus preocupaciones en las manos de Dios, pues él tiene cuidado de ti. (1 Pedro 5.7)

Andrés Reina.

Compartir este blog con sus amigos...
Posted in , , , , | Leave a comment

Síganos en Facebook:

COMÉNTENOS SOBRE ESTE BLOG:

Amado Dios, dedico a Tí el trabajo de este sitio, y lo hago con todo mi corazón y con todo mi amor, esperando que por medio de él atraerás a los que deseas que vengan a Tí. Por mi trabajo en la oficina no puedo salir a predicar, pero con esto quiero hacer mi aporte. Recíbelo Señor, te lo entrego en tus manos, para que lo sostengas si te place. Recibe Tú la exaltación por los buenos comentarios; y por los ataques y ofensas hacia mi persona toma Tú el control de todo, pues este sitio es Tuyo Señor. A Tí sea la Gloria, la Honra, la Alabanza, el Poder y Majestad, por los siglos de los siglos en nombre de Jesucristo, Señor y Salvador Nuestro. Amén.