Mis buenos amigos y compañeros de Ministerio:
¿Quién no se ha sentido solo, frustrado o traicionado en este caminar? Lo triste es sentarse a autoconmiserase, eso no es de aquellos que han puesto la mano en el arado.
La vida es injusta para todos, pero la buena noticia (antes de que te me deprimas) es que Dios es bueno y Él es especialista en imposibilidades, y experto en tornar las cosas para bien.
¿Cómo crees que se sintió José, cuando lo vendieron sus hermanos? (Gen 37)... Frustrado, triste, defraudado, traicionado. Pero convencido de que Dios estaba con él. No mires el desierto, mira a Aquel que hacer florecer el desierto.
Aprendamos de José:
1) Confió en Dios en medio de las circunstancias adversas. Es fácil llenarse la boca y decir: “confío en Dios” cuando todo marcha bien. Como dice el viejo canto puertorriqueño: “Alabar a Dios cuando las cosa te van bien, ¡qué bueno es!; alabar a Dios cuando en la vida no hay problemas, ¡qué cosa buena! Pero yo le alabo desde mi quebranto, etc.
2) Perseveró y a su tiempo Dios lo levantó para salvación de toda una cultura. (Gen 41:37)
3) Decidió perdonar a sus hermanos. (Gen 45)
4) Regresó a casa. (Gen 47)
Al final tú y yo sabemos que la pelea está arreglada. Por lo que Cristo hizo en la cruz: SOMOS MÁS QUE VENCEDORES EN ÉL.
No te desanimes, Él te dice: “Yo estoy contigo” 365 veces en la escritura. Eso debería de bastar, ¿no crees?
Esa lucha, prueba, tribulación como le quieras llamar tiene el propósito del peso de Gloria; “porque esta carga momentánea y leve de nuestra tribulación, está obrando en sobremanera alto y eterno peso de gloria.” 2ª Corintios 4:17
Sigo orando por ti, si hay algo específico por el cual quieres que ore, envíame una nota y lo tomare en cuenta.
¿Quién no se ha sentido solo, frustrado o traicionado en este caminar? Lo triste es sentarse a autoconmiserase, eso no es de aquellos que han puesto la mano en el arado.
La vida es injusta para todos, pero la buena noticia (antes de que te me deprimas) es que Dios es bueno y Él es especialista en imposibilidades, y experto en tornar las cosas para bien.
¿Cómo crees que se sintió José, cuando lo vendieron sus hermanos? (Gen 37)... Frustrado, triste, defraudado, traicionado. Pero convencido de que Dios estaba con él. No mires el desierto, mira a Aquel que hacer florecer el desierto.
Aprendamos de José:
1) Confió en Dios en medio de las circunstancias adversas. Es fácil llenarse la boca y decir: “confío en Dios” cuando todo marcha bien. Como dice el viejo canto puertorriqueño: “Alabar a Dios cuando las cosa te van bien, ¡qué bueno es!; alabar a Dios cuando en la vida no hay problemas, ¡qué cosa buena! Pero yo le alabo desde mi quebranto, etc.
2) Perseveró y a su tiempo Dios lo levantó para salvación de toda una cultura. (Gen 41:37)
3) Decidió perdonar a sus hermanos. (Gen 45)
4) Regresó a casa. (Gen 47)
Al final tú y yo sabemos que la pelea está arreglada. Por lo que Cristo hizo en la cruz: SOMOS MÁS QUE VENCEDORES EN ÉL.
No te desanimes, Él te dice: “Yo estoy contigo” 365 veces en la escritura. Eso debería de bastar, ¿no crees?
Esa lucha, prueba, tribulación como le quieras llamar tiene el propósito del peso de Gloria; “porque esta carga momentánea y leve de nuestra tribulación, está obrando en sobremanera alto y eterno peso de gloria.” 2ª Corintios 4:17
Sigo orando por ti, si hay algo específico por el cual quieres que ore, envíame una nota y lo tomare en cuenta.
Shalom,
Ernesto Pinto
www.encuentro.ca
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