Hola, quiero compartir un pensamiento con ustedes por medio de una linda y breve historia que ilustra una verdad de Dios, espero que les guste.

Dos países que eran vecinos, uno era muy rico y próspero, y el otro pobre y con diversos problemas sociales. No tenían embajadores entre sí debido a sus diferencia ideológica.

Un día, el gobierno del país pobre, ordenó que la basura y desechos recolectados durante el fin de semana, se dejaran depositados en la frontera de su rival: el país rico y próspero que mantenía sus fronteras limpias y ordenadas.

Al darse cuenta las autoridades del país rico que su vecino había mandado ensuciar sus fronteras, y que podrían brotar epidemias que afectarían a los habitantes de su nación, las autoridades dieron aviso a su presidente. Éste, evaluando la situación, ordenó que se mandara a quitar la basura, destruirla y limpiar la zona; en su lugar, ordenó también que se dejaran cajas con medicamentos, ropa y alimentos para el vecino país pobre. Lo cual se hizo según las instrucciones precisas del jefe de estado.

Interesante historia me dirá usted, yo le digo: ¡definitivamente que sí!; y aunque no se mencionan los nombres de los países, esta historia fue un hecho de la vida real, quede a su imaginación y conocimiento a qué países aplicar la ilustración; sin embargo, es también una forma de apreciar lo que Cristo dijo que debe ser el estilo de vida de cada creyente. Él dijo en Mateo 7:16-19:

Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego."

La Escritura dice también en Romanos 12:19-21:

19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
20 Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.
21 No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.

Una enseñanza que nunca debemos dejar de lado; pues haciendo esto, la paz del Señor nunca dejará de reposar en nuestros corazones.

El producto de la justicia es la paz, el fruto de la equidad una seguridad perpetua. Isaías 32:17.

Nadie puede dar de lo que no tiene, pero damos de lo que tenemos. ¿Qué es lo que damos a las demás personas? sería una buena reflexión personal.

¡Que Dios le bendiga!
Stanley Gómez.
stanleygomez.blogspot.com