EL MATRIMONIO NACIÓ EN EL CORAZÓN DE DIOS - III

Por Guillermo Morataya.

Lectura bíblica: Génesis 1:28; 1:1-25.
Reflexión: Debemos retornar a los principios divinos para construir verdaderos hogares.

Continuando con el tema de los principios divinos acerca del matrimonio; hoy quisiera que consideráramos el aspecto de la procreación responsable; el problema de las familias numerosas, es un problema que afecta nuestra América latina, agudizando más aun la pobreza en nuestra gente; pero, ¿cuál es la voluntad de Dios acerca de este tema?, ¿qué luz nos da La Palabra sobre esta temática? es lo que trataremos de discernir con la ayuda de Dios.

6. El principio de la procreación responsable.

"Tendremos los hijos que Dios quiera darnos"; esta fue la respuesta de una pareja de esposos con severas dificultades económicas, y que cargaban sobre sus espaldas la responsabilidad de sostener a seis hijos; con este mismo pensamiento, se rigen muchas familias humildes formadas muchas veces hasta por más de diez hijos.

Este pensamiento, ha sido muchas veces alimentado aun por la misma iglesia, la cual ha proclamado como pecado el hecho que una familia planifique el número de hijos que van a procrear; se basan muchas veces en textos como Salmos 139:13-16, donde el salmista expresa la omnisciencia y la omnipresencia de Dios, conjugado con su participación esencial para que una nueva vida sea formada.

Este pensamiento es sustentado por la sencillez y la ignorancia de muchas personas e inclusive ministros, los cuales desconocen el proceso que se da para que un nuevo ser sea concebido en el vientre de una mujer; veamos esto detenidamente:

Para que un nuevo ser sea concebido, se necesita de dos personas: Un hombre y una mujer; cada uno de ellos aporta una célula; la del hombre se conoce como espermatozoide, y la de la mujer se conoce como ovulo, sin la unión de estas dos células no existe aun la vida, y si el método de planificación que se usa es un método que impide la unión de una de las dos células participantes, no se está asesinando a un ser concebido; ahora bien, si el método usado tiene como función impedir el desarrollo de un óvulo ya fecundado, éste se convierte en un método abortivo y se vuelve en un asesinato.

La motivación que debe impulsar la planificación familiar.

¿Acaso el pastor le va ayudar a usted a alimentar y educar a sus hijos?, fue la respuesta que le dí a una sencilla hermana, que me expresaba la oposición de su ministro a que ella usara un método de planificación.

Nuestro Dios es un Dios de orden y un Dios muy responsable para con su creación; y Él quiere que sus hijos le imiten; al mandamiento que le dió a nuestros primeros padres: "Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra", le siguió otra orden: "y sojuzgadla" (Génesis 1:28). No podemos apoyarnos en esta cita para justificar la procreación irresponsable de hijos, ignorando la totalidad del versículo y la orden de "sojuzgad"; debemos ser buenos administradores de nuestros hogares, tenemos la responsabilidad no solo de alimentar a nuestros hijos, sino también de educarlos, formarlos, guiarlos en el camino de Dios, y muy difícilmente podremos hacerlo si formamos una familia muy numerosa. Además de eso, debemos cuidar la salud de nuestras esposas, ellas sufren y se desgastan cada vez que procrean un hijo; quizás haríamos a un lado nuestra posición egoísta si fuera al revés, y fuéramos los hombres los que quedáramos embarazados.

Siguiendo el principio de que nuestro Dios es responsable y ordenado, veamos el proceso de la creación:

Dios hizo el día y la noche, luego formó los cielos, la tierra y los mares, después los árboles, la hierba y las plantas; luego los animales acuáticos, después los terrestres, y por ultimo al hombre; ¿por qué no creó primero los animales?, o ¿por qué no creó los árboles y luego la tierra?; cada cosa tenía el por qué y el dónde encajaría. Tú que defiendes la procreación irresponsable, ¿cómo encajarían adecuadamente tus hijos, si ni aún tu tiempo ni tu cariño podrán disfrutar, pues no podrás atenderlos a todos?; el mismo Señor Jesucristo aconsejó, que nuestro proceder debe ser de manera muy responsable: "¿Porque quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? (Lucas 14:28); cambie la palabra “torre” a la palabra “familia”, para realzar la verdad que estamos desarrollando: "¿Porque quién de vosotros, queriendo edificar una familia, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? (Lucas 14:28)

Donde comen dos, comen tres dicen por aquí en mi pueblo, y se llenan de tantos hijos; muchos de ellos se pierden en la vagancia y en los vicios, otros tienen serias dificultades para abrirse campo en la vida, pues sus padres fueron incapaces de formarlos; otros incluso mueren de diversas enfermedades causadas por la mala nutrición que reciben de sus padres; yo pienso: Que cuentas darán estos padres delante del Señor cuando Dios les pregunte de la forma cómo administraron la familia que Él les dió.

Conclusión:

Debemos ser responsables en el aspecto de la procreación; si ya nacieron los hijos que podemos alimentar, educar, formar y guiar hacia Dios, entonces opérese para ya no tener más hijos; los mitos que las mujeres se vuelven más promiscuas, o que los hombres pierden su potencia sexual al operarse, son puras mentiras. Si aún usted quiere un hijo más, pero piensa que no es el tiempo todavía, visite un médico que le aconseje qué método usar para poder evitar un embarazo antes del tiempo esperado.

Si alguna mujer ya está embarazada o sospecha de un embarazo, no haga nada para evitarlo, pues, si destruye a un ser ya concebido, Dios demandará esa vida de usted el día en que todo hombre y toda mujer nos presentemos delante del Trono del juicio. de Dios.

¡Que Dios le bendiga,
Guillermo Morataya.
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