LA SED DEL ALMA.

Por Marco Marín Parra.


Lectura bíblica: Isaias 58:11 "Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan."


Gracias Dios mío por Tu Eterna, Poderosa y Bendita Palabra, que en este día sea la que traiga las verdaderas aguas cristalinas para saciar la sed del alma. Que el Espíritu Santo se mueva dentro de nuestro ser. Que nos levantemos de donde estamos para beber y saciar la sed, y ser unos verdaderos huertos de riego.

Una vez más tomaremos Tus promesas con un solo propósito para nuestras vidas, y saciar la sed en nuestra vida, y la de todos aquellos que escuchen Tu llamado y se acerquen al manantial de aguas movidas por tu Santo Espíritu.


Escuchar a un Padre decirle a su hijo: Hijo yo te guiaré, siempre estaré en tu caminar. Estas son las palabras más esperadas por un hijo que se siente protegido por un Padre. Pero, cuando esas palabras vienen del Padre Celestial, del Padre Eterno, del Padre Todopoderoso, el corazón recibe una verdadera paz y confianza de saber que nuestra vida desde hoy y siempre el Señor nos pastoreará.

Cuando el alma se seca, no hay medicina que pueda curarla. La sed espiritual se reanima con la verdadera Palabra de Dios, alabanza a Su Nombre! Hay muchos motivos de que la sed espiritual nos toque o llegue a la vida de un cristiano (no estamos exentos de pruebas).

Cuando un río se seca, pierde toda su vida; las aguas se van y va quedando sin vegetación, se comienza a ver el fondo, las piedras, rocas que ya no son bañadas por sus corrientes de Agua. Su orilla ya no está en el mismo lugar... Comienza la sequedad.

Cuando perdemos la comunión con La Palabra de Dios, el río cesa de fluir y sus aguas no sacian nuestra sed. Todos los seres humanos necesitamos beber agua todos los días. El creyente debe tener claramente su convertimiento, estar convencido, debemos tener Palabra de Dios todos los días, eso nos llevará a estar vigorosos y refrescantes.

Seamos como dice Su Palabra: <Huertos de riegos> donde el agua sea totalmente cristalina. Muchos vendrán a ti, porque la corriente hace ruido y se saciarán de su sed, refrescarán su rostro y la sed de su alma. El espejo del alma es el rostro del ser humano; el hombre tiene dolor, y ese dolor viene del alma por su sequedad espiritual.

Por siglos el ser humano ha tratado de vivir sin Dios, y solo ha tenido fracasos y muerte. Hoy cada día más personas se quitan su propia vida. La amargura, la soledad, la falta de perdón, el querer alcanzar éxito y solo alcanza fracasos y tristeza. ¿Cuál es la razón?, no han querido que Jehová pastoree sus vidas y caminado con sus propias fuerzas, sus huesos están debilitados.

Pero... Tengo buenas noticias, La Palabra de Dios. Isaias 58:1-2= <Clama a voz en cuello, no te detengas> <Su rebelión>. Dios ordena al profeta Isaías. Clama contra los pecados del pueblo como un poderoso toque de trompeta; se deben poner al descubierto los pecados y la hipocresía del pueblo de Dios.

Si los mensajeros de Dios dejan de señalar los pecados de su pueblo, aquellos no son fieles al llamamiento de Dios. Judá estaba buscando a Dios cada día como si deseara conocer sus caminos; sin embargo, al mismo tiempo estaban viviendo en pecado y siendo indiferentes a sus justos mandamientos.

Hoy las congregaciones pudieran adorar al Señor exteriormente, aparentar que se deleitan en alabarlo y parecer deseosos de conocer sus caminos; al mismo tiempo pudieran estar conformándose a las costumbres del mundo, y descuidando el estudio diligente de Su Palabra escrita, amén.

Cada uno meditemos sobre el llamado de Dios, si no hay profeta en medio de nuestra congregación, está la eterna Palabra de Dios que hoy nos insta a ser fortalecidos en el Espíritu.

¿Cuál era la buena noticia? V.8= Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia.

El nacimiento de La Luz.

Abramos nuestros corazones para que la luz de Cristo alumbre y abra surcos para que el río de Dios sacie la sed del alma.

No te dejes secar, menos marchitarte. Levántate y busca el manantial que es Cristo Jesús.

Para concluir: Juan 7:37 = Amén.

Ayúdame a que mi río fluya, y yo estaré orando por ti para que esta hermosa y poderosa palabra esté en el manantial de aguas cristalinas.

Tu amado hermano Marco Marín Parra.
Desde mi corazón para toda vida que necesita de la bendita Palabra de Dios, amén.
Bendiciones.
Suecia - Lysekil.

http://edificandote.blogspot.com/

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