Lectura bíblica de hoy: Juan 10:1-6 RV60
1 De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador.
2 Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.
3 A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca.
4 Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
5 Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.
6 Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía.
La ocasión de la parábola fue para cerrar la boca de los que murmuraban contra Jesús viéndole entre los publicanos y pecadores. Su ceguera espiritual les hacía mirar con desprecio el amor de Jesús, que no es un un mero sentimiento de condolencia o de amistad, sino un amor diligente y activo que despliega toda su energía para conducir al alma "extraviada" al redil celestial.
El Pastor se da cuenta que falta una oveja. Otro cualquiera no se hubiera apercibido, poseyendo un número tan elevado. Pero Jesús cita este número, como ejemplo de que todo su efecto estaba puesto en su "Rebaño", y lo que para otros habría sido una pérdida leve, para Jesús era, y es muy grave y sentida.
El pastor va en busca de la oveja. Las 99 que le quedan no calma su ansiedad por la perdida. Es preciso recobrarla antes que perezca, ella por si sola jamás volverá. Es necesario arrastrarse sobre los matorales, entre espinas que dañan pero no matan, todo para ir en su auxilio.
Va personalmente. No envía criados o asalariados a recobrarla evitándose Él la dura molestia que puede ocurrir. Nadie como Jesús la buscará con el mismo interés. Así el Eterno Verbo de Dios no delegó su misión a los Ángeles, prefiere tomar Él mismo carne humana para venir a salvar a los pecadores.
Va a pesar de las dificultades. Ya la tarde se perdía y la oscuridad se empieza a ser presente, las asperezas del camino, los lobos o los peligros de caer en un precipicio, no fueron motivos para nuestro Salvador, amén.
Jesús llora, sufre, pero sigue adelante pensando en la triste suerte del extraviado.
Va lleno de compasión. No lleva un garrote en su mano para castigarla, sino solo está en su mente tomarla y traerla al "Redil".
La oveja le cuesta su tiempo se descanso. Pero no cambia el tierno afecto que siente por ella. El pecado y la obstinación que Jesús nota en los pecadores no cambia su amor en odio., amén.
Este debe ser el mensaje que debemos predicar. El evangelio de Cristo es el que salva; nada vale hacer muchas cosas que solo te llenan de promesas falsas. Buscar la oveja hasta encontrarla aunque ésta se aleje más y más del pastor, el buen pastor no cesará en su empeño hasta tenerla en sus brazos.
Ésta es más o menos la experiencia de todos al pasar en el tiempo anterior a nuestra converción. Ojalá fuese nuestro empeño buscar a otras almas con la misma perseverancia con que Cristo lo hizo, amén. El hallazgo de la oveja, los esfuerzos del pastor no han sido vanos, pues la oveja
se encuentra en una triste condición.
Enredada en la maleza del bosque, sin posibilidad de librarse; tal es la situación del hombre alejado de Dios; enredado en vicios que le sujetan fuertemente. No existe ningún vicio que no haga esclavo al que lo posee. Millonarios y artistas famosos han confesado al final el desengaño de la vida.
La liberación de la oveja. Le faltó tiempo al pastor para acudir en su socorro cuando ésta respondió a su voz con un triste "bramido" beeeeeeee fue lo único que la oveja podía hacer. ¿No es éste también el caso de cada pecador? Hay hombres y mujeres que solo pueden decir: Ay ay!! Lo entienda o no, necesitamos clamar a Cristo por Salvación.
Si así lo hubiesen hecho muchos suicidas de la historia, habrían hallado un futuro muy diferente. Los esfuerzos para librarse sólo empeoraban la situación de la extraviada, pero el pastor sabe librarla separando las espinas que la tenían sujeta. Asi hace Cristo con el perdido, lo ha hecho con millares y puede hacerlo para tí.
La amorosa conducción al redil. Éste es el detalle más tierno de la parábola: el pastor no obliga a la descarriada a caminar sino que Él mismo la carga, amén.
Un mensaje salido del corazón de Jesús para tu vida y la mi. Sigamos el gran ejemplo de Jesús y cuidemos el rebaño, amén.
Bendiciones
1 De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador.
2 Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.
3 A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca.
4 Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
5 Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.
6 Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía.
La ocasión de la parábola fue para cerrar la boca de los que murmuraban contra Jesús viéndole entre los publicanos y pecadores. Su ceguera espiritual les hacía mirar con desprecio el amor de Jesús, que no es un un mero sentimiento de condolencia o de amistad, sino un amor diligente y activo que despliega toda su energía para conducir al alma "extraviada" al redil celestial.
El Pastor se da cuenta que falta una oveja. Otro cualquiera no se hubiera apercibido, poseyendo un número tan elevado. Pero Jesús cita este número, como ejemplo de que todo su efecto estaba puesto en su "Rebaño", y lo que para otros habría sido una pérdida leve, para Jesús era, y es muy grave y sentida.
El pastor va en busca de la oveja. Las 99 que le quedan no calma su ansiedad por la perdida. Es preciso recobrarla antes que perezca, ella por si sola jamás volverá. Es necesario arrastrarse sobre los matorales, entre espinas que dañan pero no matan, todo para ir en su auxilio.
Va personalmente. No envía criados o asalariados a recobrarla evitándose Él la dura molestia que puede ocurrir. Nadie como Jesús la buscará con el mismo interés. Así el Eterno Verbo de Dios no delegó su misión a los Ángeles, prefiere tomar Él mismo carne humana para venir a salvar a los pecadores.
Va a pesar de las dificultades. Ya la tarde se perdía y la oscuridad se empieza a ser presente, las asperezas del camino, los lobos o los peligros de caer en un precipicio, no fueron motivos para nuestro Salvador, amén.
Jesús llora, sufre, pero sigue adelante pensando en la triste suerte del extraviado.
Va lleno de compasión. No lleva un garrote en su mano para castigarla, sino solo está en su mente tomarla y traerla al "Redil".
La oveja le cuesta su tiempo se descanso. Pero no cambia el tierno afecto que siente por ella. El pecado y la obstinación que Jesús nota en los pecadores no cambia su amor en odio.
Este debe ser el mensaje que debemos predicar. El evangelio de Cristo es el que salva; nada vale hacer muchas cosas que solo te llenan de promesas falsas. Buscar la oveja hasta encontrarla aunque ésta se aleje más y más del pastor, el buen pastor no cesará en su empeño hasta tenerla en sus brazos.
Ésta es más o menos la experiencia de todos al pasar en el tiempo anterior a nuestra converción. Ojalá fuese nuestro empeño buscar a otras almas con la misma perseverancia con que Cristo lo hizo, amén. El hallazgo de la oveja, los esfuerzos del pastor no han sido vanos, pues la oveja
se encuentra en una triste condición.
Enredada en la maleza del bosque, sin posibilidad de librarse; tal es la situación del hombre alejado de Dios; enredado en vicios que le sujetan fuertemente. No existe ningún vicio que no haga esclavo al que lo posee. Millonarios y artistas famosos han confesado al final el desengaño de la vida.
La liberación de la oveja. Le faltó tiempo al pastor para acudir en su socorro cuando ésta respondió a su voz con un triste "bramido" beeeeeeee fue lo único que la oveja podía hacer. ¿No es éste también el caso de cada pecador? Hay hombres y mujeres que solo pueden decir: Ay ay!! Lo entienda o no, necesitamos clamar a Cristo por Salvación.
Si así lo hubiesen hecho muchos suicidas de la historia, habrían hallado un futuro muy diferente. Los esfuerzos para librarse sólo empeoraban la situación de la extraviada, pero el pastor sabe librarla separando las espinas que la tenían sujeta. Asi hace Cristo con el perdido, lo ha hecho con millares y puede hacerlo para tí.
La amorosa conducción al redil. Éste es el detalle más tierno de la parábola: el pastor no obliga a la descarriada a caminar sino que Él mismo la carga, amén.
Un mensaje salido del corazón de Jesús para tu vida y la mi. Sigamos el gran ejemplo de Jesús y cuidemos el rebaño, amén.
Bendiciones
Tu amado hermano,
Marco Marin Parra.
Suecia - Lysekil.
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