¿PRUEBAS O TENTACIONES?

Por Evangelista Aníbal Matamoros.

Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado. Hebreos 4:15.


El objetivo de esta nota, es que las personas conozcan la diferencia entre lo que es una prueba y una tentación, y sepan enfrentarlas y superarlas.

En tiempos de guerra, toda persona debe estar alerta y preparada para atacar y/o defenderse.

Veamos esta historia:

El soldado Ryan hacía guardia de noche en medio de la selva, estaba rodeado de tan densa obscuridad, que incluso le era imposible ver su propia mano; al acercársela al rostro, unos buhos se escuchaban a lo lejos, y el viento soplando por las hojas y ramas. Todo aunándose al concierto de la espesa selva y de pronto.

Unos pasos no muy lejos...

—¡Alto ahí! —gritó Ryan— a todo pulmón con su rifle o pistola desenfundada y con su dedo a un milímetro de soltar la primera descarga de balas.

—¡Ryan soy Yo! —contestó su compañero de batallón— que había llegado a relevarlo.

Analicemos algunos puntos importantes de esta narración:

Identifíquese. De no haber identificado el soldado Ryan a su compañero de batallón, seguramente el resultado de esta historia hubiera sido totalmente "fatal".

Hoy vamos a conocer cómo diferenciar "las pruebas" de "las tentaciones", a "los aliados" de "los enemigos", ok veamos:

La prueba viene de parte de Dios, y por lo general el objetivo es que tu fe crezca o aumente; confiando en las promesas de Dios, podrás esperar pacientemente hasta el día cuando puedas testificar de un nuevo y glorioso milagro que Dios ha hecho en tu vida.

Serás perfeccionado y probado como el oro cuando seas pasado por el fuego; y esa esperanza, paciencia y fe levantará honra, alabanza y gloria a Dios.

La prueba está diseñada para obrar con tu fe.

Veamos lo que nos dice La Palabra de Dios en Romanos 5:3-5:

    Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no averg:uenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.

También leemos en 1 Pedro 1:6-7 lo siguiente:

    En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.

En cambio, la tentación definitivamente NO viene de Dios. Estas son situaciones que pretenden alejarnos de Dios a través del pecado que pueda surgir de ellas. Éstas están directamente en contra de tu santidad e integridad, y su fin principal es alejarte de Dios.

Santiago 1:13-14 nos dice:

    Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.
¡Que Dios te bendiga!

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