FIEL DESEMPEÑO MINISTERIAL.

Por Marco Marin Parra.
Mensaje basado en Hechos 20:29-38 RV60.

El discurso del Apóstol Pablo es la base del mensaje de hoy, y como es anhelo y deseo que Dios nos hable por Su Palabra, vamos a leer 2 Timoteo 2:15-15 y 1 Timoteo 3:16-17. Amén.

Tres grandes motivos para el fiel desempeño del ministerio Pastoral (V.29-31). Ninguna oveja debe perderse por culpa o negligencia de los pastores; puesto que Dios adquirió para sí la iglesia, al precio de la sangre de Su propio Hijo (1 Pedro 1:18-19). Lo que tanto ha costado, por fuerza debe de tener gran valor. ¿Nos damos cuenta de lo que vale una sola alma?

No echemos a perder lo que es nuestro (1 Corintios 8:11).

No olvidemos que Dios es buen "mercader", que nadie como Él sabe el justo precio de las cosas. Después de la muerte de Pablo "iban a entrar en el rebaño lobos feroces que no escatimarían la vida de las ovejas". Sí, es cosa tan grave ser un Pastor mercenario, que huye cuando viene el lobo. ¿Qué diremos cuando el pastor se mete a lobo y arrebata él mismo las ovejas, llevándolas a la perdición? Lo cual se está cumpliendo en nuestro siglo XXI (1 Juan 2:18-27 y 1 Timoteo 4:1).

Uno de los misterios más grandes de la Historia Eclesiástica, es la temprana entrada de la Apostasía en La Iglesia. Tan pronto como murieron los Apóstoles, comenzaron a surgir (V. 30) lenta pero decididamente, doctrinas y prácticas contrarias a La Palabra de Dios.

Era menester, pues, velar recordando que por tres años, de noche y de día, Pablo no había cesado de amonestar con lágrimas a cada uno (V. 31). Él había cumplido bien su oficio de Atalaya de pastores y ovejas. Con su palabra y su ejemplo, les había dejado un buen modelo que imitar (1 Corintios 11:1).

¿Quién de los oyentes no vibraría de emoción al oír esa exhortación del gran Apóstol ¿Quién tendría excusas para comportarse después con negligencia? Con lágrimas les servía a ellos, así como con muchas lágrimas había servido al Señor (V. 19). Los recomienda a la guía, a la gracia, y al poder de Dios (V. 32).

Veamos cómo los encomienda a Dios: Ora por ellos, así como después (V. 36) orará con ellos. Él se marcha y no volverán a ver su rostro, pero Dios estará con ellos y no los desamparará, pues es amoroso y Todosuficiente.

Los encomienda igualmente a La Palabra de su gracia (no Al Verbo, sino al Evangelio), que tiene poder (Romanos 1:16) doble para sobreedificarlos; es decir, para asegurar vuestro crecimiento espiritual ya, desde ahora; para daros herencia con todos los santificados, aquella "herencia" escatológica de la que habla Pedro (1 Pedro 1:4-5).

El Evangelio nos ofrece, no sólo el conocimiento de la gracia de Dios, sino también, las promesas de la Gloria de Dios. Esto está reservado a los santificados; es decir, a los que han nacido de nuevo para entrar en el reino. Se recomienda a si mismo, no por jactancia; sino, como testimonio y para ejemplo de los pastores (V.33-35) "Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado". Lejos de codiciar lo ajeno, él gastaba lo suyo y se desgastaba así mismo por los demás (2 Corintios 2:14-15).

Precisamente por eso, añade: "vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario a mí y a los que están conmigo, estas manos me han servido" (V.34). Pablo tenía una cabeza y una lengua con las que poder ganarse el sustento y predicar el Evangelio; tenía derecho a vivir de él (1 Corintios 9:14); pero él mostraba aquellas manos, no finas y delicadas de repasar papiros, sino, dura y callosas de fabricar lonas; más aun, lejos de dejar que otros ganaran para él, él ganaba para sustentar a los que estaban con él. No vamos a criticar a sus acompañantes, pero la verdad, es que quienes están decididos a tomar el remo para navegar, han de hallar que los demás estarán muy contentos de disfrutar del paisaje.

Para mejor exhortarles a la generosidad que tan bien practicaba él, les cita una frase del Señor que no figura en los Evangelios, pero él la conocía sin duda por declaración de los apóstoles: "Hace más feliz el dar que el recibir". El criterio del Mundo es contrario a esto: Los mundanos prefieren recibir (y aun robar) a dar. Una ganancia (cuanto más fácil, mejor) es la suprema aspiración de las cosas de este Mundo; pues, con dinero pueden alcanzar todo lo demás.

Pero el criterio divino es diferente, dar nos asemeja a Dios que da todo a todos, y no recibe de ninguno cosa que Él no haya dado. También nos asemeja al Señor Jesús, quien pasó hacienda el bien. Es más agradable dar a los agradecidos, pero todavía es más honorable dar a los que son desagradecidos; pues, entonces tenemos a Dios como Único galardonador.

Llega la hora de la despedida, que fue muy solemne y muy emotiva (V.36-38). "Dicho esto, se puso de rodilla y oró con todos ellos". La reverencia y humildad de la oración se echan de ver en la postura, frecuente en Pablo (Efesios 3:14); aunque casi pasada de moda entre los evangélicos.

Fue una petición acompañada de adoración. ¡Buena oración, después de tan buen sermón! También nosotros debemos orar al despedir o al visitar a nuestros hermanos en la fe. Pablo seguía en esto el ejemplo del maestro (Juan 17:1).


Escuche el mensaje aquí.

Se despidieron todos con gran llanto, y echándose al cuello de Pablo, le besaban afectuosamente, según costumbre secular y cristiana de los orientes. Toda despedida entre buenos amigos es triste, pero la última despedida es la más triste de todas.

¡Gracias a Dios! aunque no volvamos a ver en este Mundo el rostro de nuestros seres queridos, los volveremos a ver para siempre... en un mundo mejor y muy diferente al actual. Amén.

Doy toda honra y Gloria a mi Señor por esta Hermosa Palabra. Que Dios me los bendiga. Amén.

Tu hermano Marco Marin Parra.
Suecia – Lysekil.
Bendiciones.
Escríbeme: marcomarinparra@hotmail.com
o visita mi página: www.facebook.com/doblandorodillas
http://OrientacionesBiblicas.BlogSpot.com

Para más temas y reflexiones puede seguirnos en:

Imprimir este post.
Compartir este blog con sus amigos...
This entry was posted in , , , . Bookmark the permalink.

Síganos en Facebook:

COMÉNTENOS SOBRE ESTE BLOG:

Amado Dios, dedico a Tí el trabajo de este sitio, y lo hago con todo mi corazón y con todo mi amor, esperando que por medio de él atraerás a los que deseas que vengan a Tí. Por mi trabajo en la oficina no puedo salir a predicar, pero con esto quiero hacer mi aporte. Recíbelo Señor, te lo entrego en tus manos, para que lo sostengas si te place. Recibe Tú la exaltación por los buenos comentarios; y por los ataques y ofensas hacia mi persona toma Tú el control de todo, pues este sitio es Tuyo Señor. A Tí sea la Gloria, la Honra, la Alabanza, el Poder y Majestad, por los siglos de los siglos en nombre de Jesucristo, Señor y Salvador Nuestro. Amén.