LA ESPERANZA PUESTA DELANTE DE NOSOTROS.

Por Marco Marin Parra.
Pensamiento: Es imposible que Dios mienta.


Esta reflexión está basada en el pasaje de Las Escrituras: Hebreos 6:17-20

Como Dios no puede mentir, Sus promesas a Abraham son verdaderas (V.14). La veracidad de Dios no sólo se aplica a La Palabra que le dio a Abraham, sino también a Su Palabra en todas Las Escrituras. Es decir, debido a que La Biblia es La Palabra inspirada de Dios, es absolutamente veraz y digna de confianza.

La verdad de la Palabra de Dios, es inherente a las mismísimas palabras y frases de Las Escrituras. A sus autores los dirigió el Espíritu Santo para escribir los manuscritos originales, de manera que la trasmisión del mensaje de Dios a la humanidad se hiciera sin error alguno.

¿Qué es en realidad la esperanza puesta delante de nosotros?

Una mirada retrospectiva de nuestra fe, ve a nuestro Señor en la cruz. Una mirada presente ve al Señor Jesucristo, nuestro Sumo Sacerdote, a la diestra de Dios intercediendo por nosotros. Y una mirada de fe hacia el futuro, ve a nuestra bendita esperanza que tiene carácter personal; o sea, el mismo Señor y Salvador Jesucristo.

Juan 3:14-15 nos dice:

    Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Nuestra esperanza es Cristo quien los conduce a la vida eterna. Hebreos 12:1 nos dice:

    corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús,

El Señor Jesús está ahora sentado a la diestra de Dios.

2 Corintios 3:18 dice así:

    Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.

Pero... la diferencia entre las dos primeras miradas y la última, es que mira hacia la esperanza futura por medio del Espíritu y en persona (1 Juan 3:1-3).

1. Nuestro Señor Jesucristo es en si mismo la esperanza. "Del Señor Jesucristo nuestra esperanza" (1 Timoteo 1:1).

2. La esperanza no es lo que tenemos ya ahora, el perdón de nuestros pecados y el fruto del Espíritu (Romanos 8:1, 9-11; 16:20).

No es lógico que el hombre vaya a esperar lo que ya tiene. Pero más allá de la bendición presente, nos espera la promesa de la redención del cuerpo. Nuestra esperanza es, además de la resurrección (Filipenses 3:20,21), la manifestación; esto es, exposición pública de nuestra recompensa como se nos describe en Colosenses 3:14:

    Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.

3. La esperanza final no es, por tanto, muerte; sino resurrección y manifestación pública de nuestro estado glorioso (2 Corintios 5:1-10; Filipenses 1:21-23). Pues el "estar con Cristo" no es más que un estado intermedio.

4. La esperanza, no es algo a recibir en el momento de la muerte, sino en el momento de entrada en el cielo (1 Pedro 1:3-9), "reservado en el cielo".

5. La esperanza, no es el tribunal de Cristo en el sentido de tenerse que presentar ante un Juez (Juan 5:24 ), sino en el sentido de la distribución de las recompensas (2 Corintios 5:10; 1 Corintios 4:1-5).

6. La esperanza, no es la conversión del mundo, sino tomar de entre el mundo un pueblo para Su Nombre (Hechos 15:13).

7. La esperanza, es las bodas del Cordero (2 Corintios 11:2; Efesios 5:25-27; Apocalipsis 19:6-9). Observamos la cena del Señor hasta que Él venga.

8. La esperanza, es la gloria (Judas 24), cada cosa relativa a esta grandiosa esperanza está conectada con Su Persona y Su Venida (Hechos 1). Amén.

Gracias Padre, Hijo y Santo Espíritu por ser Tu Siervo, una vez más para llevar Tu Palabra a todos los que tienen sed y hambre de Ti. Amén.

Tu siervo hermano Marco,
Bendiciones.
Suecia - Lysekil.

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