LA COSECHA FINAL.

Por Marco Marin Parra.
Basado en Mateo 9:36-38:

"Y al ver la multitud" Jesús declaró: Los campos están listos, es el tiempo de cosecha. Llegó el momento Iglesia.

Hermanos(as), es la última cosecha espiritual antes de Su venida. Jesús comenzó con una cosecha entre los judíos y los gentiles, y esa misma cosecha perdurará hasta que Cristo regrese.

Mientras leo este pasaje, mi pregunta es: ¿Vemos como Jesús vio la gran multitud, desamparadas y dispersas? (V. 38) Rogad, pues al Señor. Sabemos y estamos conscientes del dolor y la angustia, las ovejas braman. Israel vivía un despertar espiritual, había avivamiento en las sinagogas. Estaban los sacerdotes y ancianos volviendo a Dios, sus hábitos caían, estaban siendo convencidos y convertidos los escribas y fariseos.

¿Qué evidencia había que la cosecha estaba madura? Los evangelios no revelan mucha evidencia de ningún movimiento espiritual hacia Dios; sí había algo, ellos mostraban lo opuesto, Jesús era burlado en las sinagogas. Los líderes espirituales de la nación lo rechazaban cuestionando su integridad y divinidad; un gentío religioso trató de arrojarlo por un precipicio.

Y Cristo mismo se lamentó sobre las ciudades de Israel, porque no se arrepintieron ante su mensaje. " Ay Corazín", "ay Tiro y Sidón", "ay Capernaúm". En cuanto a las multitudes, ellos estaban envueltos en una desesperación "caótica"; dispersas como ovejas que no tienen pastor. Aquí había una sociedad temerosa, estresada y deprimida, la gente corría salvajemente como ovejas dispersas, buscando ayuda donde quiera que la pudieran encontrar.

Sin embargo, fue en este mismo punto de gran desesperación que Cristo declaró: Los campos están maduros y la cosecha es cuantiosa. La visión y las palabras de Jesús acerca de una cosecha madura se aplican al presente. ¡Es la última cosecha! donde vemos evidencia que los campos están blancos y listos para cosechar. Las naciones necesitan arrepentirse, hay un mover en nuestra sociedad.

Está despertándose La Iglesia. Hace un llamado a orar, ayunar y buscar el rostro de Dios. Las naciones están hambrientas por un avivamiento. Líderes, busquemos en una forma renovada el rostro del Señor; clamemos por santidad, humildad, sinceridad, amor propio por está generación. Jesús más bien, fue movido por la triste condición que Él vio a todos, a donde miraba la gente estaba abrumada con tristeza y pena. Jesús miró sobre Jerusalén y lloró, Sus lágrimas eran por la dureza y ceguera espiritual de sus líderes religiosos.

Un pueblo camino al juicio, sin paz, sólo miedo, temor y deprimidos, y profetizó sobre esta escena: "Tu casa será desolada". Religiones falsas, falsos profetas y falsos cristos están llevando a muchos por mal camino. En medio de todo este trastorno y tumulto escucho la palabra de Jesús: Los campos están blancos, la cosecha es cuantiosa.

Jesús nos habla hoy a ti, a mi, y a toda su Iglesia. La gente está lista para escuchar, este es el tiempo de "la última cosecha".

Mientras más oscuros los días, más blanca es la cosecha. Considerar el contexto de sus palabras, Jesús lo hizo sencillo: La cosecha está madura pero los labradores son pocos. Como labradores, somos el instrumento de la última cosecha que Dios usará en este tiempo.

¿Dónde comenzaron los discípulos su Ministerio?

Mateo Capítulo 10:
    V. 6 = Sino id ante a las ovejas perdidas;
    V. 7 = Y yendo, predicad, diciendo; El reino de los cielos se ha acercado.
    V. 8 = Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
Amén.

Tu hermano Marco Marin Parra.
Suecia – Lysekil.
Bendiciones.
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