CÓMO SUPERAR LA CRISIS FINANCIERA.

Por Guillermo A. Morataya.

Lectura bíblica: Hechos 27:18-19:
18 Pero siendo combatidos por una furiosa tempestad, al siguiente día empezaron a alijar,
19 y al tercer día con nuestras propias manos arrojamos los aparejos de la nave.

Estamos viviendo tiempos muy difíciles económicamente hablando, y aun países que son considerados potencias se han visto afectados.

En países como el nuestro la crisis económica se ha agudizado, y sin profundizar mucho podría decir que en los últimos años, el poder de adquisición del dólar en nuestro país ha decaído en no menos del 40%, mientras que los ingresos de la mayoría de familias se mantienen en lugar de aumentar, en muchas ocasiones ha disminuido.

Basado en esto, y considerando que como iglesia también nos vemos afectados, me gustaría dar los siguientes consejos, esperando sean de bendición al pueblo de Dios.

1. No desespere. Como cristianos no debemos caer en un afán desmedido como "los que no tienen esperanza", nuestro Dios nos ha dado promesas y debemos descansar en la seguridad que los que confiamos en Él, no seremos avergonzados (Salmos 34:5).

Nunca he visto justo desamparado, ni su simiente que mendigue pan, dice el salmista (Salmos 37:25); nuestro Señor Jesús también exhortó a no caer en la desesperación, Él nos dice que nosotros tenemos más valor que la creación ante sus ojos, y si Él cuida de ella, cuánto más no cuidará de nosotros (Mateo 6:25-34).

2. Dele a Dios lo que es de Dios. Algo muy difícil en tiempos de crisis económica es la fidelidad para con nuestro Dios, respecto a nuestros diezmos y ofrendas; sin embargo, es una manera no solo de mantenernernos fieles en esa área, sino también de ejercitar nuestra fe en sus promesas.

Soy un hombre que desde la niñez me vi obligado a trabajar, a causa de las diversas necesidades que mi familia atravesaba en esa época; sin embargo, desde la niñez también conocí al Señor, y desde la niñez el Señor me enseñó a darle a Él lo que le pertenece, y una cosa puedo decirle con solvencia: “Hasta aquí Dios me ha ayudado y sus promesas han sido fieles en mi vida”.

3. Busque alternativas. Si una puerta se cierra, no se cruce de brazos, por amor a Dios. ¡Haga algo!, usted me dirá: Estoy orando, y está bien, pero permítale al Señor responderle: Haga algo, busque nuevas opciones de empleo, pruebe hacer cosas que nunca ha hecho, si tiene que empezar otra vez desde abajo, pues ¡empiece ya! pero no pierda más el tiempo.

Algunas personas pasan momentos muy difíciles porque no quieren hacer otra cosa distinta a la que antes han hecho, y pasan a veces hasta años esperando la oportunidad que no se presenta; ¿será que Dios falló?, ¡no! Nosotros hemos entendido mal. Él dice: "Y todo lo que hace prosperará", ¡pero hay que hacer algo! Existen muchas cosas que se pueden hacer, y ningún trabajo es degradante por sencillo que sea.

Conozco a un miembro de la congregación, muy buen mecánico de estructuras, pero por la misma crisis el trabajo escaseó tanto, que no tenía manera de sostener a su familia; pero esto le impulsó a fabricarse un carretón y comprar frutas y verduras por mayor, e ir a las colonias a ofrecer sus productos, y él me comentaba que muchas veces ha ganado más de lo que ganaba como mecánico, Dios cumplió su promesa, el hermano permitió al Señor obrar, no se quedó de brazos cruzados. Y si lo que probamos no resulta debemos buscar más alternativas.

4. No toque su capital de trabajo. Un error que muchos comerciantes en pequeño cometen, es el comenzar a gastar el capital de trabajo; esto equivaldría al agricultor que empieza a comerse la semilla destinada a la producción, dentro de poco no tendrá nada para sembrar. Usted debe luchar por vivir de acuerdo a sus ingresos, si vendió un pantalón por el que pago $5.00, y lo dio en $7.00, usted dispone de $2.00, que son su ganancia, los otros $5.00 deben ser destinados a compra un nuevo pantalón para seguir trabajando.

Un hermano miembro de la congregación empezó a invertir su capital de trabajo en la construcción de una vivienda, hoy él está totalmente descapitalizado y lleno de deudas; otros gastan su capital en lujos y otras cosas sin importancia y debido a esto fracasan.

5. No adquiera compromisos a largo plazo, basándose en su situación actual. Muchas veces decimos: Si yo gano $100.00, y me ofrecen este préstamo sobre mi casa para diez años pagando $20.00 mensual, después de deducir lo que gasto mensualmente, ¡sí puedo tomarlo! Pero... ¡Un momento!, ¿Qué le garantiza a usted que sus ingresos se mantendrán constantes; ¿qué si algo cambia y usted pone en riesgo su casa? Yo creo que se puede acceder a préstamos solo cuando existe una convicción que se podrá invertir el dinero de ese préstamo, y la ganancia que se obtendrá será mayor al interés que se pagará por él.

Muchas veces puede que no sea un préstamo, sino un bien que obtenemos al crédito, del cual bien podemos prescindir.

En cierta ocasión, un hermano de la congregación me pidió que le sirviera de fiador para sacar un aparato de sonido, yo me negué, y en cierto día que le visitaba vi el aparato que adquirió al crédito: 4500wts de potencia, para una casa en la que si uno estornuda despierta al vecino; no sé quien le sirvió de fiador, ni sé cuantos años pasó pagando el hermano ese aparato; lo cierto es que su salario es mucho menor que el mío, y yo en lo personal no hubiera ni soñando adquirido un compromiso de ese tipo.

6. Aligere su carga. Aquí tomaremos como base nuestra cita bíblica, basado en lo que aquella tripulación, con quien viajaba el apóstol Pablo hizo cuando la crisis llegó a causa de esa tormenta, que llenó de temor el corazón de todos ellos, y lo que ellos hicieron para mantenerse a flote fué sencillo: Aligeraron su carga.

¿Cómo aligerar nuestra carga para no hundirnos ante la crisis económica?

Primero, debemos saber que hay cosas en las que empleamos nuestro dinero que son "Útiles", y otras que son "necesarias", y cuando la tormenta arrecia, debemos deshacernos de las cosas útiles, y dejar a bordo sólo las necesarias.

Me gustaría dar unos ejemplos de cosas de las cuales podemos prescindir y aun seguir viviendo, las cuales podíamos clasificar como ÙTILES:

Teléfonos celulares.

Televisión por cable. Creo que mucho de lo que se ve por la TV, en lugar de edificar, daña; y suficiente se ve en los canales seculares como para estar gastando en cable.

Televisores. Muchas personas tienen televisores en la sala, en los dormitorios, en la cocina; si la crisis llegó, ¡a vender algunos y a quedarse solo con uno!

Tecnología extravagante. Muchos son adictos a tener lo último en aparatos de sonido, televisores y otros similares. Existen aparatos capaces de archivar en su memoria miles de canciones, pero lo que no pensamos, es que necesitaríamos años para poder escucharlas todas. ¿Para qué nos sirve un aparato de 10000 wtt de potencia si no es para amenizar una fiesta, sino para uso personal? ¿Por qué invertir en un televisor más moderno si el que tengo me funciona bien? Todas estas cosas son gastos innecesarios, y bien pueden tirarse por la borda para aliviar así nuestra carga.

Ropa extravagante. Algo que debemos saber, es que no somos lo que somos por la marca de ropa que usamos; y debemos aprender a vivir modestamente, y buscar alternativas a la hora de adquirir una prenda de vestir. Mi abuela decía: "El mono aunque se vista de seda, mono se queda." Y los cristianos no debemos ver como necesario el vestir ropa costosa, ya Cristo nos vistió de sus vestiduras; debemos ver la ropa extravagante como algo útil y no necesario, y buscar opciones para no hundirnos en la crisis.

Golosinas. Debemos ordenarnos, y acostumbrarnos a comer en casa, quizá ese dólar que gastaremos en una golosina nos servirá para pan en nuestra casa; muchas veces se gasta en una sola golosina, lo que pudiéramos invertir en un tiempo de comida para toda nuestra familia.

Cosméticos. Debemos aprender a ser prácticos, y gastar sólo lo necesario en desodorantes, lociones u otros; hay quienes ganan quizá $6.00 al día, y de repente aparecen usando lociones de $60.00, ¡qué locura!, el equivalente a diez días de trabajo.

Ahora me gustaría enumerar algunas cosas que son NECESARIAS:

Alimentación. Debemos administrar los alimentos de manera adecuada: no desperdiciar nada, comprarlos en lugares donde podamos accesar a mejores precios. Por ejemplo, hay cosas que son más baratas en los mercados y en las agencias, que en los supermercados; debemos ser ingeniosos a la hora de cocinar, hay alimentos sencillos y nutritivos. A veces, al preparar una sopa se puede servir la sopa con las verduras en el mediodía, y servir el pollo o la carne por la tarde; se pueden preparar sabrosos platos usando como base alguna verdura como papas o patatas, pipianes, entre otros; si no sabe cómo, consulte, yo mismo puedo darle alguna receta sencilla.

Vestuario. Compre ropa, no compre marcas, de lo contrario nunca saldrá a flote. Actualmente existen muchas opciones en cuanto a ropa y calzado, y debemos buscar las opciones más económicas. Pasaba unos de estos días por un mercado popular de la ciudad donde vivo, y al pasar por la sección de ropa usada, y ver las montañas de ropa de todo tipo, me llenó de alegría ver muchas empleadas de un banco escogiendo ropa para comprar, metían sus manos a las pilas de ropa, se la tallaban por encima de su cuerpo, y yo pensé: Qué bueno que hay gente que en medio de la crisis sabe poner sus pies sobre la tierra, y sin ningún prejuicio compran en este lugar.

Educación. Existen momentos cuando debemos comprender que hay colegios donde nuestros hijos no pueden estudiar, y debemos buscar opciones. Si queremos una buena formación para nuestros hijos, reforcemos lo que ellos reciben en clase. Recuerdo una pareja que tenía muchos problemas económicos, pero al momento de inscribir a su hija para el kindergarten, lo hicieron en uno de los colegios más costosos de la ciudad; me sentí con confianza de preguntarles, y ellos me respondieron que alguien les había ayudado con la matrícula; pero yo pensé: Mi situación es un poco más bonancible que la de ellos, y jamás quise poner a mis hijos en un colegio así. Recuerdo otra pareja que decidió poner a su hija en el colegio más costoso de la ciudad, de repente, la niña llegó preguntándoles que cuándo irían ellos de viaje a Europa, pues sus compañeras todas ya habían ido allá; inmediatamente comprendieron el daño que estaban haciendo a su hija, y la cambiaron de lugar. Para terminar quiero decirle que la verdadera formación nuestros hijos la reciben en nuestros hogares, y que si bien las instituciones ayudan, los hábitos que harán de ellos gente de provecho, los recibirán en casa.

Energía eléctrica y agua. Estos bienes deben ahorrarlos al máximo. En nuestro país hay un subsidio estatal hasta cierta cantidad de kilovatios, si se gasta más de eso, uno pierde el subsidio; se debe luchar por mantenerse debajo de esa cantidad de kilovatios. Los bombillos corrientes gastan mucha energía, hoy existen opciones como: Lámparas electrónicas, bombillos ahorradores que disminuyen considerablemente el consumo; también debemos saber que un refrigerador grande gasta más energía que uno pequeño, y un refrigerador demasiado viejo, muchas veces gasta demasiada energía. Con lo que pagamos más de energía por causa de dicho aparato, podríamos pagar la cuota de uno nuevo que gaste mucho menos energía.

El agua potable no es para lavar la calle, ni para bañar el carro, debemos recordar también cerrar el grifo mientras nos enjabonamos en la ducha. Bien, quizás muchas cosas de estas y otras más usted las sabe, pero lo importante, es que si usted quiere salir adelante, debe aprender a cuidar los detalles.

Conclusión:

Recuerde que debemos ser buenos administradores de lo que recibimos del Señor, si cuidamos lo poco, seguro tendremos más, pero si lo poco que tenemos no lo cuidamos, aún lo poco que tenemos podemos llegar a perder.

Dios le bendiga.

Imprimir artículo.

Imprimir este post.
Compartir este blog con sus amigos...
This entry was posted in , , , , . Bookmark the permalink.

Síganos en Facebook:

COMÉNTENOS SOBRE ESTE BLOG:

Amado Dios, dedico a Tí el trabajo de este sitio, y lo hago con todo mi corazón y con todo mi amor, esperando que por medio de él atraerás a los que deseas que vengan a Tí. Por mi trabajo en la oficina no puedo salir a predicar, pero con esto quiero hacer mi aporte. Recíbelo Señor, te lo entrego en tus manos, para que lo sostengas si te place. Recibe Tú la exaltación por los buenos comentarios; y por los ataques y ofensas hacia mi persona toma Tú el control de todo, pues este sitio es Tuyo Señor. A Tí sea la Gloria, la Honra, la Alabanza, el Poder y Majestad, por los siglos de los siglos en nombre de Jesucristo, Señor y Salvador Nuestro. Amén.