
Isaías 29:13:
Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado;
La ceguera y la hipocresía están a la luz del día o a la vuelta de la esquina. El Pueblo de Dios iba delante de Él en oración y adoraba, cantaba y alababa; aún cuando no tenían el corazón entregado a Él ni a Su Palabra. Actuaban como si la revelación y las justas normas de Dios no fueran obligatorias.
En vez de apreciar a Dios y Su Palabra, llenaban su vida de los ceremoniales religiosos y las tradiciones que les enseñaban sus líderes, y en falsa seguridad vivieron para sí.
Jeremías capítulo 4 dice:
- 3 Porque así dice Jehová a todo varón de Judá y de Jerusalén: Arad campo para vosotros, y no sembréis entre espinos."
- 4 Circuncidaos a Jehová, y quitad el prepucio de vuestro corazón, varones de Judá y moradores de Jerusalén; no sea que mi ira salga como fuego, y se encienda y no haya quien la apague, por la maldad de vuestras obras.
Para evitar la terrible calamidad que venía sobre ellos, el pueblo de Judá tenía que pasar por una total renovación moral al comprometerse con la verdad, la rectitud y la justicia. Debían ser sensibles a la persuasión del Espíritu, arrepentirse de sus pecados, y quebrantar el endurecido terreno de su corazón.
Debían quitarse la maldad del corazón tal como se quitaba el prepucio en la circuncisión física (V.4).
Jeremías 24:7 dice:
- Y les daré corazón para que me conozcan que yo soy Jehová; y me serán por pueblo, y yo les seré a ellos por Dios; porque se volverán a mí de todo su corazón.
Una idéntica condición espiritual destructiva existe hoy en algunas Iglesias, las personas alaban y honran a Dios con sus labios, aunque no tienen un genuino amor a Dios ni a sus justos mandamientos. Cuando terminan su culto de adoración, buscan, los placeres del mundo para satisfacer sus deseos carnales.
El resultado es engaño y ceguera espiritual que hoy viven los llamados creyentes
que se acuerdan de Dios cuando la tormenta los azota, su labios lo nombran, pero su corazón lejos está de Él.
Será el tiempo de una renovación moral y comprometerse con La Verdad.
¿Dónde está tu corazón? Entrégalo hoy en las manos de Jesús, para que Él sea dueño y Señor de tu vida. La rectitud nos llevará a Su Presencia, y nuestro corazón se rendirá a Sus pies. Levantemos nuestros corazones para ser llenos de su santidad. Amén.
Una vez más, toda honra y gloria a nuestro Dios Padre e Hijo, y Su Santo Espíritu, amén. Para servirte Hermano Marco Marin Parra. Me puedes escribir para cualquier duda, y si necesitas oración no tardes en enviarme tu petición aquí. Siempre hay tiempo para hablar con Dios y entregarle nuestras cargas. Amén.
Te envío las más ricas bendiciones.
Suecia - Lysekil.
Encuentre más reflexiones y temas interesantes de escritores cristianos en nuestra página:
http://OrientacionesBiblicas.BlogSpot.com/
Publicar un comentario