UN SUEÑO Y UN DESPERTAR.

Por Marco Marín Parra.
El tema de hoy está basado en Génesis 28:10-22 RV60.


Dios es una realidad cotidiana, aun en el mundo de los sueños.

Jacob fue sorprendido por la divina presencia en un lugar común, inesperadamente, cuando huía hacia Harán en busca de mejores horizontes. ¿Cuántos seres humanos han sido sorprendidos por el poder divino de Dios en lugares que nunca lo hubiéramos pensado?, en una celda fría donde el ambiente no reúne nada espiritual, sino sólo silencio y soledad; en una cama de un hospital abandonado al borde de la muerte, solo esperando el último segundo de vida.

Aquellos que han vivido esa experiencia, hoy son testigos del poder divino de Dios. ¡No hay lugar donde Dios no puede estar!

Salmo 139:7 dice: "¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?" El salmista hace notar la Omnipresencia de Dios.

Los hijos de Dios nunca pueden alejarse del cuidado, de la dirección y de la protectora fortaleza de Dios. Salmo 139:10 dice: "Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra." Dios está en tu presente y en tu futuro.

El sueño revelador: Dios Omnipresente.

V.12 = El cielo y la tierra se comunican por la escalera angelical. El lugar desolado y árido se transforma en un lugar de posibilidades.
V.15 = No estás solo: Yo estoy contigo.
V.16 = Está en este lugar, y yo no lo sabía.

El encuentro con Dios ilumina su tiniebla. Hoy no es Jacob sino tu que estás en la situación difícil de tu vida; hay muchas cosas que no te dejan ver la presencia divina. "Dios está aquí, y yo no lo sabía" (V.16).

La Palabra de Dios nos da nueva vida: "Yo te guardaré dondequiera que fueres" (V.15) cambió su paisaje de soledad humana en compañía divina.

¡Esto es lo que el hombre necesita!, los tiempos son malos y las tinieblas opacan la vida del ser humano, la cubren de maldad y pensamientos diabólicos dirigidos por Satanás.

Visión de lo alto es lo que necesitamos; la escalera apoyada en la tierra toca el cielo; la cruz de Cristo apoyada en el calvario toca el mismísimo cielo. La Presencia de Dios es una eterna realidad. Marta le dijo a María: "El maestro está aquí y te llama" (Juan 11:28), "ella, cuando lo oyó, se levantó de prisa y vino a Él" (V.29).

Es la hora de levantarlos y consagrarnos al Señor con sencillez de palabra y limpieza de corazón. La visión conduce a nuevos pasos: Jacob se levantó e hizo un monumento y un voto de consagración al Señor. Dios es una realidad espiritual necesaria. La realidad de su presencia es una bendición, con Dios todo cambia de lo temporal a lo eterno.

Un encuentro con Cristo a solas te hará cambiar la visión humana, y comenzarás la verdadera visión de lo alto, amén.

Apoya tu cabeza en las manos de Cristo. Cuesta terminar los mensajes cuando estamos guiados por su Santo Espíritu, pero deseo hacer Su Voluntad para que puedas recibir lo que tu esperabas en este día maravilloso en que Dios nos muestra Su Palabra, y nos insta a seguir su visión de lo alto, amén.

Tu amado hermano Marco Marin Parra. Toda la honra y gloria para mi bendito Salvador. Amén.

Bendiciones,
Suecia - Lysekil.

http://edificandote.blogspot.com/

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